martes, 25 de septiembre de 2012

Finalistas del Certamen de Microrrelatos (I)

El pasado Viernes dimos a conocer el microrrelato ganador del Certamen de Microrrelatos Región de Murcia. A partir de hoy y en las próximas semanas vamos a reproducir todos los microrrelatos finalistas. Todos ellos aparecerán, además, en un libro editado por los organizadores y que presentaremos en unas semanas. 

El semáforo 


El verde es señal de  esperanza, de que el semáforo me permite el paso y allá voy. El gentío que persigue la esperanza tiene ansia por llegar a la otra acera como si fueran en patera hacia una tierra próspera. Pero algunos se cansan en mitad del mar asfaltado y los tiburones devuelven el color rojo al hombre del semáforo.

Antonio Fernández Jiménez


Casi la soledad

tú, sin saberlo, sientas
casi la soledad que te he dejado                                    
                              Emily Dickinson

A se sienta en el sofá. Toma el libro. Piensa en leer un rato aunque en realidad no tiene ganas. Levanta la vista del libro. Mira la calle a través de las ventanas. Si ahora fijase la vista en el cristal vería su rostro y mirándose a los ojos quizá pudiera sentir casi la soledad que B le ha dejado.

Beatriz Miralles


Bon appétit

 -Tomamos cuarto y mitad de vocabulario afín que trocearemos en juliana. Lo echamos con cuidado en un recipiente previamente calentado y añadimos un puñado de signos de puntuación.
-Cocemos a fuego lento hasta comprobar que la mezcla es homogénea y toma consistencia.
-Colamos y retiramos las comas, los puntos y las letras sobrantes.
-Sazonamos al gusto, emplatamos y.…. ¡voilà!

José María Sánchez Ortiz de Villajos

Aroma de ausencia

 El primer encuentro le había dejado la boca amarga y un agujero en el alma.  En el suelo, junto a la cama revuelta, estaba intacto el vino del brindis que no fue.  Mientras contemplaba su fotografía sirvió una copa que le envolvió en un reconfortante aroma de canela y cerezas. Bebió un sorbo y  supo que nunca dejaría de amarla.

Eleuterio Saura



Volver a casa

Deslizó su dedo suavemente sobre el filo de la copa antes de acercársela a la nariz. Inhalar aquel aroma la trasladó de golpe al viñedo familiar correteando con sus hermanos bajo la atenta mirada del abuelo Pedro.

Aún con los ojos cerrados tomó un sorbo y la explosión intensa de sabor la hizo perderse en sus recuerdos, volver a casa.


María Dolores Gómez Guillermo 


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