martes, 18 de mayo de 2010

Cuaderno de Bitácora 9

El pasado jueves el profe-periodista Álvaro Pintado se despidió, personalmente, de los alumnos del Taller de Escritura Creativa de San Javier, y digo que se despidió porque impartió su última clase en el municipio costero. El tema que tocaba fue, en mi opinión, de los más interesantes, porque creo que es uno de los tópicos más importantes de la literatura universal, me estoy refiriendo a lo paródico e intertextual.

Toda la literatura (y casi todas las disciplinas, teóricas o no) se ha venido desarrollando desde su origen en forma de espiral, una estructura similar en parte al círculo, pero diferente. Lo paródico e intertextual funciona de una manera similar, porque bebe de la tradición anterior para después salirse de su esfera y crear. Los textos paródicos e intertextuales funcionan en la literatura (aunque también en las demás artes) a modo de homenaje de tradiciones, obras u autores anteriores.

Álvaro desglosó este entramado de una mane
ra práctica, huyendo de las etiquetas, siempre necesarias pero no siempre útiles, que la teoría del lenguaje y la literatura ha ido colocando a este tópico. Ejemplos hay muchos, porque vivimos rodeados de un mundo que construye sobre lo anterior. Un ejemplo claro lo vemos en la adaptaciones o versiones que se han realizado de literatura tradicional o popular: mitos clásicos, cuentos de siempre o la propia historia.

Y es que, la intertextualidad puede ir desde la propia cita paratextual al comienzo de un libro, cuento o poema; al guiño escondido en el interior de un texto, pasando por las sentencias de un personaje de novela que evoca en el texto las palabras de un escritor anterior. Y ahí aparecemos nosotros, el lector modelo que decía Umberto Eco, para descifrar esos guiños literarios de
l autor y convertirnos en complices suyo.


Lo paródico funciona de una manera similar a lo intertextual, pero se diferencia en su forma, una forma burlona, irónica y que, con frecuencia, nos arranca una sonrisa por lo deforme de la comparación. En este sentido, Álvaro propuso un ejercicio diferente. Tomando un teletipo elaborado por un periódico nacional, los alumnos del taller tuvieron que analizar esa noticia de radiante actualidad (recorte viene, recorte va), para plantear una situación paródica, un nuevo texto contado desde otra perspectiva y con otra finalidad: hacer de nuestros políticos y líderes sindicales marionetas de un guiñol (me pregunto si esto no será redundancia) más burlesco si cabe.

Algunos recurrieron a la infancia de unos niños, nada inocentes, para realizar desde allí la parodia; otros la plantearon desde el dolor de ese cinco por ciento menos al final de mes; pero todos de una manera muy irónica, sarcástica diría yo, demostrando que a la hora de apuntar con el almirez, los españoles somos los mejores de europa.

2 comentarios:

basiliopc dijo...

Enhorabuena compañero por la reflexión sobre la intertextualidad que has expuesto a propósito de la clase del otro día.

Sr. Nadie dijo...

Muy completo el resumen, y muy interesante el tema. Da gusto rodearse de gente que sabe de literatura para llegar a entenderla.